Los postres cremosos como la Tarta leche condensada y galletas, deben comerse fríos, siempre son deliciosos, sobre todo para tarde acompañando un café con leche o alguna otra bebida caliente que logre un contraste de temperaturas.
Los bizcochuelos que se les agrega limón siempre son divinos, de hecho, aunque las tartas a veces no sean propiamente de limón, siempre se les agrega un poco de jugo o ralladura para potenciar el sabor del relleno de la tarta.
Y por el lado de la leche condesada, esta puede lograr que tu postre se mantenga humedecido en todo momento, para lograr una contextura de ligereza y suavidad.
Ambos son los acompañantes ideales para una tarta con una exquisita base de galleta crujiente. Aunque en primer lugar la combinación de sabores puede sonar o verse dispareja en la mente de las personas.
Es resultado es extraordinario, te dejará con ganas de cortar más porciones. A ello agrégale que es una receta de la abuela, cuyos sabores caseros suelen quedarse en la simplicidad de lo delicioso.
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Ingredientes de Tarta leche condensada y galletas
Consigue la lista detallada a continuación para preparar este postre frío.
Para elaborar la base galletas
- 150 gramos de galletas digestivas (tipo María o similar)
- 75 gramos de mantequilla
El relleno de leche condensada
- 4 unidades de huevo
- 4 cucharadas de jugo de limón
- 390 gramos de leche condesada
- 1 kg de queso crema
- 2 cucharadas de harina común
Para decorar
- Fresas en rodajas
- Arándanos Azul
También puedes decorar con trozos de galletas de mantequilla.
Preparación: ¿Cómo preparar una Tarta leche condensada y galletas?
Sigue las siguientes indicaciones para crear este estupendo postre que debe comerse a temperatura fría.
Prepara la base de la tarta
1 Para empezar debes triturar toda las galletas con ayuda del Thermomix o utilizando tus manos o algún instrumento de cocina. Las galletas deben quedar casi hechas polvo y luego deben ser mezcladas con la mantequilla.
2 Transfiera a un recipiente o molde de tartas de 22 cm y presione hasta formar una masa compacta. También puedes utilizar masas ya procesadas para el postre si quieres darle otro acabado al pastel.
3 Deberás meter al congelador la masa para que esta se solidifique, mientras tanto debes ir calentando el horno a al menos 170º grados centígrados.
Prepara la crema de relleno
4 En un recipiente o bol deberás batir el queso crema hasta que esté suave. Incorpora poco a poco la leche condensada hasta que la mezcla esté uniforme.
5 Agrega la harina y el jugo de limón, batiendo hasta integrar totalmente. Los huevos van en último lugar, uno a la vez, pero tenga cuidado de no mezclar demasiado.
6 Saca el recipiente de la base de la nevera, y vierta el relleno, alise las superficie con una espátula.
Cocina y luego deja enfriar
7 Llévala al horno por unos 30 a 35 minutos hasta que se hornee. Si deseas comprobar si ya está lista, puedes hacerlo introduciendo un palillo en el centro de la tarta, si este sale limpio, entonces el pastel ya está listo. Deje enfriar 1 hora dentro del horno.
8 A la tarta leche condensada y galletas no le gustan los cambios bruscos de temperatura. Transcurrida la hora, deja enfriar un poco más en la encimera de la cocina y una vez que esté lo suficientemente frío como para ponerlo en el refrigerador, déjalo adentro durante unas 4 horas o preferiblemente durante la noche.
9 Decora con las frutas (fresas y arándanos) o si prefieres con trozos de galletas de Mantequilla.