Pay de Queso Sin Horno y Sin Grenetina, receta casera

Pay de Queso Sin Horno y Sin Grenetina: Receta Fácil y Cremosa

Cuando pensamos en un pay de queso, imaginamos automáticamente encender el horno, medir la grenetina, y complicarnos un poco. Pero la realidad es que existen opciones igual de deliciosas, para hacer pay de queso sin horno y sin grenetina. Este postre frío, cremoso, suave y con muchísimo sabor es prueba de ello. Además, lo hice en casa y fue un exitazo.

Hoy te comparto esta receta definitiva que la podrás realizar aunque no tengas mucha experiencia en repostería. Prepara tus insumos, porque lleva un ingrediente secreto que la lleva al siguiente nivel y cuenta con un tamaño ideal para compartir.

Ingredientes para un pay de queso crema generoso, de unas 10–12 porciones

  • 2 paquetes y medio de queso crema Philadelphia(460 g aprox.)
  • 2 barras y media de mantequilla sin sal (115 g aprox.)
  • 1 paquete grande de galletas dulces o María (aprox. 290 g)
  • 1 tableta de chocolate blanco (150 g) derretido
  • 1 ¼ taza de crema para batir (aprox. 345 ml)
  • 1 ½ cucharadas de esencia de vainilla
  • 1 lata grande de leche condensada (aprox. 415 g)

Cómo hacer pay de queso frío sin horno ni grenetina y sin azúcar adicional

Hacer este postre es realmente sencillo. No tienes que preocuparte por tiempos de horneado ni texturas inestables. Aquí te va el paso a paso, tal como lo hice yo en casa:

La base de galleta

1 Lo primero es la base crujiente. Yo trituré las galletas María dentro de una bolsa plástica con un rodillo hasta hacerlas polvo. Si prefieres, puedes usar una licuadora o procesador de alimentos.

2 Una vez trituradas, derrite la mantequilla en el microondas —eso sí, de cinco en cinco segundos porque si no explota y embadurna todo. Luego, mezcla las migas con la mantequilla fundida hasta formar una pasta.

3 Usa un molde desmontable de 23 cm forrado con papel encerado para evitar que se pegara el fondo. Extiende bien la base con una espátula y el fondo de un vaso, presionando fuerte para compactar. Después, mételo al congelador por 30 minutos.

Preparar el relleno cremoso

4 Mientras la base estaba enfriando, prepara el relleno. En un bowl, bate el queso crema hasta que esté bien suave, sin grumos. Luego agrega la leche condensada y la vainilla sin dejar de batir.

5 El truco que hace toda la diferencia: chocolate blanco derretido. Yo lo fundí en el microondas en intervalos cortos y lo fui templando con cucharadas de crema para batir fría. Así evitamos que se corte o endurezca.

6 Después, en otro tazón, bata la crema hasta que esté bien firme. Finalmente, une todo: queso crema, leche condensada, chocolate templado y crema batida, con movimientos envolventes para que no se baje.

Montaje y refrigeración

7 Saca el molde de la nevera y vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta. Alisa con una espátula y lo llévalo al refrigerador por al menos 4 horas. Como no contiene grenetina —nombre con el que se conoce la gelatina sin sabor en México— ni ningún otro tipo de coagulante, es muy importante respetar el tiempo de reposo para que adquiera firmeza.

Tips extra (probados en casa)

  • Desmoldado perfecto: usa papel encerado o una base de silicón para que no se pegue.
  • Textura impecable: el truco del chocolate blanco le da una consistencia espectacular sin necesidad de grenetina.
  • Sustitución del queso Philadelphia: Usa el queso crema de tu marca favorita y si quieres un pay con un toque más gourmet y delicado reemplázalo por queso mascarpone.

Decoración:

  • yo le preparé una cobertura con chocolate blanco derretido mezclado con crema batida. Se la puse encima cuando ya estaba firme, y quedó de revista.
  • También puedes decorarlo con mermelada de fresa, frutos rojos o incluso ralladura de limón si quieres algo más fresco.
  • Si prefieres variar el sabor, usa galletas sabor vainilla, canela o chocolate.

¿Por qué funciona esta receta?

Porque combina lo mejor de los tres mundos: es fácil, deliciosa y adaptable. No usas horno, no usas grenetina y no necesitas herramientas profesionales.

Además, el añadido de chocolate blanco —que aprendí en mi experiencia personal— fue un golazo. Le da sabor, suavidad y firmeza natural al pay sin complicar la receta.

¿Te animas a hacerlo tú también? Prepáralo, lleva a la refri por 4 horas y… ¡disfrútalo sin complicaciones!

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