Las tartas saladas están preparadas con un relleno que incluye una gran variedad de verduras, tales como la zanahoria, espinacas, calabacín, batatas, brócoli, y muchas otras que puedes combinar entre si, también pueden incluir pollo, quesos, frutos secos.
Qué son las tartas saladas y por qué triunfan
En gastronomía, una tarta salada (o quiche, empanada, pastel salado) es una preparación elaborada con una masa base —generalmente quebrada o de tipo brisée— que se rellena con ingredientes salados y se hornea hasta obtener una textura firme y dorada.
La clave de su éxito está en la versatilidad. Una buena masa sirve para infinidad de combinaciones, y su relleno puede adaptarse tanto a lo que hay en casa como a un menú especial.
La masa, si se trabaja con harina, huevo, aceite de oliva, agua filtrada y sal, resulta tan noble que puede usarse para cualquier relleno. Lo importante es lograr una textura elástica y tersa, trabajándola como si fuera un pan, pero sin levadura.
Tartas clásicas del mundo: herencia y sabor 🌍
Detrás de cada tarta salada hay una historia. Algunas nacieron de la necesidad, otras de la celebración, pero todas se convirtieron en clásicos.
Tarta pascualina (Italia)
De origen genovés, la tarta pascualina se prepara tradicionalmente en Semana Santa, cuando no se consumía carne roja. Su relleno combina espinacas, ricota, huevos y queso parmesano, ingredientes ricos en proteínas pero libres de carne.
Pascualina viene del nombre de “Pascua”, y era una tarta de vegetales con huevos y queso, simple pero cargada de simbolismo religioso y familiar.
Empanada gallega (España)
La empanada gallega es la prima ibérica de las tartas saladas. Su masa, más firme y con levadura, encierra guisos de atún, pimientos y cebolla. Es un ejemplo perfecto de cómo una tarta puede convertirse en un plato principal.
Quiche Lorraine (Francia / Alemania)
La célebre quiche Lorraine representa la versión francesa más refinada: una base de masa quebrada con un relleno cremoso de nata, huevos y panceta. Su textura delicada y sabor equilibrado la hacen ideal tanto para comidas familiares como para eventos elegantes.
Masas y bases para tartas saladas
Una buena masa base es la columna vertebral de cualquier tarta salada. Las más usadas son:
- Masa brisée tradicional
- Masa integral para tartas saladas
- Masa sin gluten / sin manteca / sin horno
«Cuando preparo la masa, la dejo descansar al menos una hora en la heladera. Si se hace un día antes, mucho mejor: al estirarla, resulta más flexible y fácil de trabajar.»
Tip profesional
Para lograr una textura perfecta, utiliza agua filtrada: su pureza evita sabores metálicos y mejora la elasticidad de la masa. Es un detalle pequeño, pero marca una gran diferencia.
🧀 Rellenos: corazón de las tartas saladas
El relleno define el sabor de cada tarta. Desde combinaciones vegetarianas hasta las más contundentes, las opciones son casi infinitas.
Rellenos clásicos:
- Espinaca y ricota (base de la pascualina)
- Jamón, queso y tomate
- Atún y cebolla caramelizada
- Pollo y verduras
- Calabaza y queso azul
Las espinacas, cocidas al vapor y bien escurridas, se mezclan con ricota seca y una pizca de nuez moscada molida en el momento. Así el relleno queda sabroso, sin exceso de humedad.
🧭 Consejos finales para dominar las tartas saladas
- Planifica tu masa y relleno por separado. Así controlas mejor la humedad y textura.
- Juega con hierbas frescas: albahaca, romero y tomillo aportan aromas inconfundibles.
- No subestimes el reposo: tanto de la masa como del relleno, mejora la consistencia.
- Usa ingredientes frescos y equilibrados. Las tartas saladas son una excelente forma de aprovechar sobras o verduras de estación.
- Recrear las tartas clásicas del mundo no solo es cocinar: es revivir los recuerdos de madres, abuelas y esas comidas de domingo que siempre nos reúnen.

